sábado, 15 de mayo de 2021

La importancia de retener talentos en un mercado de fuerza laboral de preparación limitada

 De manera generalizada podemos parpar que existe una importante lista de retos que deben enfrentar las empresas en un entorno tan competitivo y cambiante como el que hoy les toca enfrentar. No solo se trata de tomar acciones que les permitan perdurar a través del tiempo, sino recorrer el camino, con todas sus implicaciones,  para alcanzar un posicionamiento importante dentro del mercado o industria a que pertenezcan.


La aparición de competidores cada vez más numerosos e importantes, la revolución tecnológica de los últimos veinte años y el frecuente cambio de tendencia de los consumidores son solo algunos de los retos que deben enfrentar las empresas. Agregando además, la recurrente escases de recursos y las abundantes necesidades a las que hacerle frente.

No solo se trata de que las empresas en República Dominicana no están exentas de estos retos y desafíos, sino que en adición a esto deben subsistir haciendo frente a un mercado laboral que se ha caracterizado, haciendo una referencia generalizada, por tener bajos índices de educación y/o escolaridad. En referencia a esto, el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología del país dio a conocer un estudio en el que reflejaba que el 25.8% de las personas adultas en el país no ha completado los estudios primarios. Por otro lado, indica que cerca del 50% de la población no ha completado los estudios secundarios y menos de uno de cada cinco ha completado la educación superior. Además, agrega el bajo nivel de preparación de los egresados de estos centros de estudio.

Estos indicadores denotan una debilidad importante en los niveles educativos de una amplia proporción de la fuerza laboral del país. Esto, sin dudas, limita la capacidad de las empresas para la captación de talentos que permitan estructurar un equipo directivo, técnico y operativo capaz de hacer frente a los constantes requerimientos y desafíos de los mercados modernos. Esto así porque la población capacitada es un segmento reducido del universo de los potenciales trabajadores.

Las empresas dominicanas están obligas a buscar altos niveles de competitividad para garantizar su éxito y permanencia en los mercados nacionales e internacionales. Lograr esto va más allá de lograr mecanismos de producción de bajos costos y de calidad de acuerdo a las tendencias del mercado. Esto implica contar con equipos dotados de las cualidades necesarias para conformar una estructura competitiva capaz de impulsar el liderazgo de la empresa.

En un mercado con una fuerza laboral de preparación limitada, el reto no solo es atraer talentos, además,  lograr retenerlos e integrarlos al sentir de la empresa. Esto último incluye dotar al colaborador de un entorno que le permita mantener no solo su estabilidad económica, también bienestar profesional y personal, que los dote de las herramientas necesarias para la autorrealización personal. Por otro lado, capacitarlo de cara a dar respuestas a las distintas necesidades de la empresa. Solo de esta manera habrá garantía de retener talentos, reducidos en este mercado, de cara a lograr la estabilidad de una estructura competitiva.
(Este artículo fue publicado originalmente por su autor Esmil Pichardo el 12 de agosto de 2014)

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