Partiendo de la confiabilidad de las recientes pruebas aplicadas por el #MinisterioDeEducación debemos de manera urgente hacer una llamado de atención y auto criticarnos como sociedad.
Solo 4 de cada 100 aspirantes a mestros fueron capaces de aprobar una prueba que se supone es el resultado de un comsenso científico, sobre aspectos relevantes que vieron durante su proceso de formación.
Si nos centramos en ver el culpable en la acera del frente no mejoraremos como sociedad, el problema es mucho más profundo que eso. Analicemos las responsabilidad de todos:
1. Aspirantes a Maestros: quienes han durado por lo menos 4 años formándose en alguna área de la enseñanza, ¿por qué no son capaces de dominar el contenido básico? Mucho de eso tiene que ver en que la mayoría de los profesionales, en todas las áreas, no lee, no investiga, no analiza. Usted pregunta a esos concursantes sobre el último libro que leyó en su vida y no menos de un 90% no va a poder responder. Porque creemos que ser profesional es aprobar todas las materias de un pensum académico y no es así, ser profesional en un área es vivir en un constante aprendizaje, una formación integral permanente, que obviamente se va enriqueciendo con la experiencia.
2. Universidades: ¿qué está pasando con sus profesionales? ¿por qué otorgan una licenciatura a alguien que aparenta no estar preparado para ejercerla? ¿Será que no existen los filtros mínimos que puedan certificar que quien está titulado en una profesión es capaz de ejercerla? ¿o es que los planes de estudios están divorciados de lo que el mercado está demandando? En algún momento, esos resultados en el que 96 de cada 100 aspirantes no pasó la prueba deberán presentarse por universidades y exponer la eficiencia de las casas de estudio.
3. Gobierno: ¿dónde han estado las autoridades? ¿por qué un tema tan sensible como la educación se ha dejado a la suerte? ¿Qué ha estado haciendo el Ministerio de Educación Superior? ¿cuáles son las pruebas diagnósticas que se están realizando para evaluar la eficiencia educativa?
Hay mucho por hacer. Espero que esta experiencia nos haya sensibilizado como sociedad y nos permita reconsiderar lo que hemos estado haciendo y reencontrarnos con el deber ser.
 
