martes, 19 de mayo de 2015

Salario Mínimo en República Dominicana: Estimulante de Miseria, Evasión y Criminalidad


Después de 423 años de haber sido descubiertos, en lo que hoy conocemos como República Dominicana, vivimos sumergidos en una miseria vergonzosa de la cual todos tenemos una cuota de responsabilidad y consecuencia, en mayor o menor proporción. Durante este trayecto nos ha tocado ser prácticamente de todo en términos económicos, sociales y políticos, menos la suerte de ser un país donde los ciudadanos tengan por lo menos la garantía de vivir con dignidad.
El pueblo dominicano no ha podido superar los límites de la pobreza extrema, entre otras cosas, por la inequidad y mal distribución de las riquezas. Destacando que el bienestar tradicionalmente ha sido propiedad exclusiva de un reducido sector que cada vez se hace más pequeño en detrimento de lo que conocemos como clase media, que en términos reales no existe, y la clase más pobre que se mantiene en constante crecimiento.
Sin lugar a dudas la retribución que se asigna a los trabajadores, en sus distintos niveles, por la tarea u oficio realizado y que conocemos como salario, juega un papel importante en el porvenir de los pueblos, pues el desarrollo de un país está fundamentado básicamente en el desarrollo de sus medios de producción, por lo que no debe ser cuestionada la práctica de acumulación de riqueza, siempre que esta se haga de manera lícita. Lo que si debemos criticar y combatir es que el desarrollo de esos medios de producción no se traduzca en el bienestar de quienes los construyen, los trabajadores. Sino todo lo contrario, ya que muchas empresas se han convertido en máquinas reproductoras de miseria.