Mientras el calendario se encontraba marcando
los 16 días de mes mayo, siendo entonces el año 2000, millones de personas se
dirigían a las urnas con el propósito de elegir a quien estaba supuesto a ser
el nuevo constructor del porvenir dominicano. Para esos días, gobernaba un
Leonel Fernández con una impopularidad casi indescriptible, quien había llegado
al gobierno agarrado de la mano del entonces líder y ex presidente de la
República Joaquín Balaguer Ricardo, héroe de unos y verdugo de otros.
El Partido Revolucionario Dominicano, quien
llevaba como propuesta al Ingeniero Agrónomo Hipólito Mejía Domínguez, venía de
haber sufrido cuatro derrotas presidenciales consecutivas, siendo las tres
últimas presentando al mayor líder de masas que ha parido el país, El Dr. José
Francisco Peña Gómez, como candidato presidencial, en los años 1990,1994 y
1996.
