Hace mucho
tiempo se viene hablando de la importancia que representa, para cualquier
destino turístico, contar con una oferta diversificada, si lo que se busca es
que lo que se conoce como la actividad del ocio tenga un éxito garantizado a
largo plazo.
El turismo
debe reinventarse cada día, ofreciendo a los visitantes múltiples actividades y
una estadía inolvidable. Por esa razón, me permito hacer una propuesta que
espero sea desarrollada a corto plazo. Ya había tenido la oportunidad de
presentarla hace unos años, pero la vuelvo a compartir en este blog para seguir
dando voces y motivar su desarrollo.
Entre la política, el turismo, las finanzas y el amor mantengo mi vida. Leer, investigar y escribir son mis pasiones. En este blog comparto contigo el resultado de todo esto. Espero llenar tus expectativas y hacer aportes que sean de tu interés.
miércoles, 21 de mayo de 2014
sábado, 10 de mayo de 2014
Santiago, más que el corazón del Cibao
Cuando
se habla de Santiago se habla del corazón del Cibao, una de las regiones más
importantes en términos económicos y recursos naturales. Esta provincia no solo
es el primer y más valiente Santiago de América, sino que es una ciudad donde
la actividad del ocio, el turismo, a cualquier escala puede llevarse a cabo con
un disfrute garantizado. Su clima, su arquitectura, sus museos y lugares de
interés hacen de esta ciudad una de las más atractivas opciones a la hora de
escoger el próximo destino.
La ciudad, conocida como la segunda metrópolis de la República Dominicana, ofrece un clima fresco, gracias a los vientos alisos de la zona. Esto hace del lugar un destino más agradable y apto para hacer un recorrido aventurero, de familia o cualquier otro tipo.
martes, 6 de mayo de 2014
Melodía de Placer
Luego de haber dejado marcadas unas sesenta y
nueve huellas en la arena, nos detuvimos. No puede hacer otra cosa que mirar
sus ojos salvajes. Brillaban. Pero no lograba entender por qué. No sabía si estaba emocionada por mí o por lo
que estaba sintiendo.
Estar a su lado en ese momento me hizo sentir
mucho. Sentir aquellos días de alegría y canto. El pesado transcurrir de los
amargos amaneceres sin ella a mi lado ya no existieron en mi mente. Pues ese
momento resumía todo lo que éramos y el pasado sobraba.
Moría por impresionarla, pero competir con
aquella tarde me era muy difícil. Pues todo un desfile de gaviotas hacía
reverencia a su hermosura sobre las azules aguas de aquella playa. El sol, con
una ternura indescriptible, se marchaba, dejando toda la tarde enrojecida. El soplar del viento rosaba nuestra piel
convirtiendo su contacto en las más irresistibles caricias. Arena blanca, palmas
removidas y peces jugueteando. Recuerdo cada color, recuerdo cada sonido,
recuerdo cada cosa. Solo me basta cerrar los ojos y es como si pudiera saborear
con unas ganas entre perversas y románticas aquel momento, definitivamente
inolvidable.
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