Si bien es cierto que la actividad turística es económicamente atractiva para los países, que desarrolla los pueblos y enriquece las culturas, no menos cierto es que es muy susceptible y podría su caída provocar el descenso en el desarrollo y calidad de vida de las naciones que basan fundamentalmente su economía en la llamada actividad del ocio.
No estamos los dominicanos ajenos a esta realidad ya que, según los datos ofrecidos por organismo oficiales como el Banco Central y el Ministerio de Turismo, representa la industria sin chimenea el pilar principal en nuestro desarrollo y avance hacia una nación más próspera.
Hemos visto en otros países cómo por una realidad circunstancial la actividad turística se ha visto drásticamente afectada. Podríamos citar innumerables casos, pero hago referencia a uno reciente que todos hemos de recordar. México, donde el turismo representa un eje fundamental en su economía, se vio en una situación de aprieto cuando la epidemia del virus H1N1 afectó la población, lo que sin duda alguna fue reflejado en sus cuentas.
Sin miedo a equivocarnos, podríamos afirmar que los dominicanos estamos jugando sin temor al peligro. Donde personas más que preocupados por el bienestar común lo que buscan es hacerse héroes frente a la luz pública.
Se está hablando de manera irresponsable, utilizando conocidos medios para gritar a todo pulmón que República Dominicana está llena de cólera y que esta enfermedad está en todo el territorio nacional.
No pretendo entrar en detalles sobre lo cierto o no de esas posturas, pues ese no es el objetivo del presente artículo. Más bien quiero llamar la atención de todo el que tiene la oportunidad de hacer llegar sus opiniones a algún número de personas.
Debemos tener mucho cuidado cuando hacemos afirmaciones que podrían hacerle daño a nuestro pueblo. Pues muchas veces en vez de estar haciendo un bien común, no estamos más que ‘’afilando cuchillo para nuestro propio pescuezo’’.
Es innegable que esta enfermedad , aunque en menor proporción que a nuestro hermano pueblo haitiano, nos está haciendo mucho daño, que ha afectado sobre todo a nuestro compueblanos más humildes y hambrientos (aunque existe un conocido caso donde en un afamado y prestigioso complejo turístico se infectaron más de 100 visitantes que hacían un turismo de lujo). Pero debemos aportar, no alarmar. Debemos poner los intereses de la nación ante los propios. Nuestro país depende en gran medida del turismo y como mencioné, es susceptible y las corrientes turísticas cambian su curso con gran facilidad. Las informaciones ya no son dirigidas a sectores, la tecnología y los avances de la comunicación han logrado que cualquier juicio emitido llegue a millones y millones de personas en cuestiones de segundos.
No estoy insinuando un silencio cobarde, más bien busco incentivar a cada uno de los dominicanos para que defienda la imagen de nuestro país, que frente a los ojos del mundo no nos vean como un territorio caótico o lleno de irregularidades. Que nos vean como lo que somos, un pueblo lleno de alegría, riquezas culturales y naturales, solidaridad y gente amable. Si queremos un turismo a largo plazo, seamos lo que siempre recomiendo, “Gestores de Felicidad”.

estoy muy de acuerdo con lo que dice este articulo. a pesar de los conflictos (que todo pais pasa, tanto ricos como pobres)debemos siempre tener el nombre de nuestro pais muy en alto y defenderlo ante todo porque es la tierra que nos representa, en vez d atacar o hacer mas grande la herida pongamo manos a la obra para hacer que este pais sea cada dia mejor. no olvidemos que nuestra patria es nuestro hogar que como estemos en el no estaremso en ningun otro (aunque nos hagan creer que un viaje en yola lo resuelve). ariba REPUBLICA DOMINICANA ''machete carajo''!!!
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