
Desde que los profesionales del turismo empezamos nuestro aprendizaje sobre esta importante actividad económica escuchamos repetidas veces lo importante que es promocionar un destino si queremos que este se desarrolle. Y no es casualidad que aun el último día de nuestro ejercicio profesional estemos discutiendo sobre la forma correcta de aplicación, a quien debe dirigirse o si está o no funcionando. Simplemente tenemos que tener presente que promocionar un destino no es una etapa de nuestra actividad, es más bien una herramienta que debe utilizarse permanentemente para que la actividad del ocio se mantenga con vida.
A través de lecturas, conferencias, estudios y vivencias hemos detectado un problema fundamental que enfrenta el turismo dominicano. Y consideramos oportuno mencionar la labor ejemplar que ha venido realizando el Ministerio de Turismo de la República Dominicana. La llegadas de visitantes a nuestro país (y no negamos que otros factores hayan influido) ha experimentado un crecimiento importante en los primeros meses del año, gracias a la promoción bien dirigida y coordinada que se ha venido realizando.
Pero el problema no radica en qué se está haciendo en este sentido, sino en que no terminamos de darnos cuenta que esto no es una etapa de nuestro desarrollo turístico. Es la promoción una herramienta que debe ser utilizada en el día a día. Cuando revisamos nuestras estrategias de promoción nos damos cuenta de que están enfocadas a un tiempo relativamente corto y no de forma indefinida, aunque con acciones cambiantes, como debe ser siempre y cuando queramos mantener un determinado mercado.
No basta con lograr establecerse en un mercado, con atraer en un determinado tiempo cierta cantidad de turistas. Lo que debe ser nuestro objetivo es hacer nuestro cada uno de los mercados atrayéndolo, innovando y ofreciendo cosas que cada día puedan captar distintos segmentos. Vale señalar que aunque nos mantenemos líder en la región en cuando a visitas recibidas, somos uno de los países menos favorecidos donde los visitantes después de haber estado retornan. Esto debe preocuparnos, no porque signifique que demos un mal servicio, porque de ser así no tuviésemos un constante crecimiento, sino porque significa que después que capturamos un turista potencial y lo convertimos en nuestro visitante real nos olvidamos de él. Esto porque no apostamos a seguir promocionando, a seguir diciendo a ese mercado que aun tenemos cosas que ofrecer. Es así cuando llega un momento donde dicho mercado comienza a cerrarse para nosotros. No con uno, diez o cien visitantes sino cuando ya miles de ellos no estén interesado en lo nuestro simplemente porque no se lo estamos ofreciendo.
Bueno, yo que trabajo en el area si te puedo decir que verdaderamente a este pais le hace falta mucha promocion. no lo vas a creer, pero la semana pasada estuve visitando unos familiares en virginia y me encontre con personas que nunca habian oido hablar de RD y tal vez parezca una exageracion pero da pena que esto pase
ResponderEliminar