lunes, 30 de agosto de 2010

Lo Complejo de la Gestión Turística


El turismo es indudablemente una actividad que requiere dedicación. Y es ésta una de las razones por la que quienes trabajamos en el sector debemos sentirnos cómodos y satisfechos cuando realizamos una determinada tarea, ya sea cuando se planifica, cuando se supervisa o cuando se ejecuta.


El turismo es una actividad un tanto especial, ya que permite interrelacionarse con otras culturas, personas de otras costumbres, otras lenguas… conocer otros mundos.


Nuestro principal objetivo es el cliente, lograr su satisfacción. Sin embargo hay que tener en cuenta que este no siempre va a ser quien tenga la razón. Y es aquí donde tenemos una situación que debemos manejar con cautela, ya que la idea de que el cliente siempre está en lo correcto puede guiarnos a situaciones no favorables, pero al mismo tiempo es a él a quien tenemos que complacer.


Cuando tenemos un turismo única y exclusivamente orientado al cliente podemos correr el riesgo de que éste sea a corto plazo. Por tanto si queremos una actividad turística a largo plazo tenemos que tomar en cuenta otros aspectos.


El patrimonio natural y cultural, el clima y las personas pueden constituir los recursos más importantes del destino. Ahora bien, mediante la aplicación de un Plan de Desarrollo Turístico podemos lograr que estos recursos se conviertan en productos que puedan ser aprovechados por la actividad turística.



Si queremos tener éxito en el desarrollo del “Negocio de la Felicidad” como llama Josep Chias al turismo, debemos tomar en cuenta las tendencias del turismo y sus mercados. Por ejemplo, la OMT estableció algunos aspectos entre los que se encuentran: tendencias a reducir el número de días por estancia vacacional, fragmentación de las vacaciones, la creciente expectativas de asociar las vacaciones con experiencias y vivencias completas. Otro elemento que se debe tener claro es el papel que ha venido jugando el Internet, que en los últimos años se ha convertido en una de las principales fuentes de información de los turistas.



El Sr. Chias sostiene que el mercado son personas. El turismo esta compuesto de personas y éstas pueden cambiar sus tendencias con frecuencia, responden a variables sociológicas, económicas, psicológicas, políticas, etc.


Todos los turistas no responden a los mismos intereses y no hay nada apto para todos lo públicos. Esto constituye otro gran reto para los que gestionamos la actividad turistica.



Un elemento muy importante que debemos tomar en cuenta es la calidad del destino. Ya sabemos al tomar decisiones en el ámbito turístico no podemos ir muy a la ligera, ya que este es un sector que puede resultar complejo.


El fin de cualquier gestión turística debe ser lograr un desarrollo pleno del destino donde se beneficien tanto los visitantes, los inversionistas como la población en general. Y para lograr esto hay que realizar una labor ardua donde el turista se sienta satisfecho, recibiendo la sonrisa de una tierra que disfruta servir a la actividad del ocio. Como afirma el sr. Chias en El Negocio De La Felicidad, para servir a la actividad turística hay que seguir siendo joven toda la viada, o sea, positivo, alegre, con los ojos abiertos y enamorado.


La felicidad de nuestros turistas debe ser nuestra meta, por eso tenemos que convertirnos en gestores de felicidad.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Promoción Turística: Herramienta de Competencia


Desde que los profesionales del turismo empezamos nuestro aprendizaje sobre esta importante actividad económica escuchamos repetidas veces lo importante que es promocionar un destino si queremos que este se desarrolle. Y no es casualidad que aun el último día de nuestro ejercicio profesional estemos discutiendo sobre la forma correcta de aplicación, a quien debe dirigirse o si está o no funcionando. Simplemente tenemos que tener presente que promocionar un destino no es una etapa de nuestra actividad, es más bien una herramienta que debe utilizarse permanentemente para que la actividad del ocio se mantenga con vida.

A través de lecturas, conferencias, estudios y vivencias hemos detectado un problema fundamental que enfrenta el turismo dominicano. Y consideramos oportuno mencionar la labor ejemplar que ha venido realizando el Ministerio de Turismo de la República Dominicana. La llegadas de visitantes a nuestro país (y no negamos que otros factores hayan influido) ha experimentado un crecimiento importante en los primeros meses del año, gracias a la promoción bien dirigida y coordinada que se ha venido realizando.

Pero el problema no radica en qué se está haciendo en este sentido, sino en que no terminamos de darnos cuenta que esto no es una etapa de nuestro desarrollo turístico. Es la promoción una herramienta que debe ser utilizada en el día a día. Cuando revisamos nuestras estrategias de promoción nos damos cuenta de que están enfocadas a un tiempo relativamente corto y no de forma indefinida, aunque con acciones cambiantes, como debe ser siempre y cuando queramos mantener un determinado mercado.

No basta con lograr establecerse en un mercado, con atraer en un determinado tiempo cierta cantidad de turistas. Lo que debe ser nuestro objetivo es hacer nuestro cada uno de los mercados atrayéndolo, innovando y ofreciendo cosas que cada día puedan captar distintos segmentos. Vale señalar que aunque nos mantenemos líder en la región en cuando a visitas recibidas, somos uno de los países menos favorecidos donde los visitantes después de haber estado retornan. Esto debe preocuparnos, no porque signifique que demos un mal servicio, porque de ser así no tuviésemos un constante crecimiento, sino porque significa que después que capturamos un turista potencial y lo convertimos en nuestro visitante real nos olvidamos de él. Esto porque no apostamos a seguir promocionando, a seguir diciendo a ese mercado que aun tenemos cosas que ofrecer. Es así cuando llega un momento donde dicho mercado comienza a cerrarse para nosotros. No con uno, diez o cien visitantes sino cuando ya miles de ellos no estén interesado en lo nuestro simplemente porque no se lo estamos ofreciendo.

jueves, 12 de agosto de 2010

Recuperemos Boca Chica!!!


Si hubiéramos estado presentes, allá en los años 50, cuando es sátrapa Rafael Leónidas Trujillo decidió construir el prestigioso Hotel Hamaca en una playa ubicada a apenas 30 kilómetros al este del centro de Santo Domingo, tal vez nos hubiéramos llenado de alegría ante tan revolucionaria decisión que sin duda alguna marcaría el inicio de un prominente desarrollo turístico de esta zona.

Nuestra popular, hermosa y maltratada Boca chica comenzó su desarrollo entre los años 50 y 60, no solo con la construcción del hotel que en su entonces se convirtió en icono de la región sino que se inició una serie de construcciones llevadas a cabo por familias destacadas de nuestro país. Se convirtió esta zona en un espacio de recreación y veraneo donde extranjeros y nacionales iban a disfrutar de la actividad del ocio.

El tiempo transcurrió y a medida que este avanzaba empresarios notaron la posibilidad de hacer negocio en esta zona. Por lo que distintos proyectos turísticos comenzaron a ser desarrollados.

Al mismo tiempo la población nacional fue incrementando y este municipio comenzó a recibir cada vez un número mayor de visitantes.

La falta de control y regulaciones provocaron que en el entorno cada vez más se notara un mayor deterioro. Lo que generó como consecuencia que el atractivo del lugar fuera menor.

Podríamos afirmar que es la única playa apta para balneario que se encuentra en Santo Domingo, lo que conlleva que la cantidad de usuarios de esta sea enorme. Lo que conjugado con el número de extranjeros que llegan hasta aquí hace que la actividad se haga insostenible.

Prostitución, droga y robos son solo algunas de las características que actualmente se exhiben en este lugar. Aparentemente combinado todo esto con unas autoridades indiferentes a la situación.

La contaminación que allí se exhibe es alarmante. Basura no solo en el entorno, sino también en las aguas. La sobre abundancia de negocios, muchas veces sin ningún criterio, ha ocupado toda el área que está supuesta a ser destinada a la recreación de los usuarios. Existen lugares donde la distancia entre un establecimiento y la playa no supera ni siquiera los 6 pies.

Estacionarse se convierte en una odisea, ya que personas muchas veces inescrupulosas se han adueñado de ciertos lugares públicos para hacer negocios con estos. Cobrando muchas veces sumas alarmante para permitir que dejemos nuestros vehículos en dicho lugar.

Vendedores que acosan a turistas y nacionales, mendigos que piden por doquier y “sankinpankis” haciendo negocio muchas veces oscuros son otras de las características que actualmente se destacan en la zona.

Es necesario para la salud de nuestro turismo que esta situación se corrija. No podemos seguir dando larga al asunto. Las autoridades no deben seguir haciéndose indiferente a esta realidad. No podemos seguir dejando en manos de las entidades locales (ayuntamiento y órganos de seguridad) el porvenir de esta región, ya que nos pertenece a todos y está delicadamente ligada a la actividad que sostiene nuestra economía.

Con carácter de urgencia debemos trabajar en un plan de desarrollo que permita recuperar esta zona. Relancemos un turismo sano, sostenible, amigable y económicamente viable.

jueves, 5 de agosto de 2010

Si queremos un mejor turismo…


Para lograr el desarrollo turístico de una población debemos definir una estrategia que incluya una serie de acciones que nos encamine a este fin, que sea fundamentalmente de carácter operacional.

En primer lugar debemos tener lo suficientemente claro “lo que queremos tener” y “lo que vamos a promover”. De esa manera nos permitiremos alcanzar el desarrollo turístico que andamos buscando.

Con el fin de diseñar el modelo de desarrollo que se ajuste a nuestras condiciones reales, debe procederse a establecer nuestra visión, el posicionamiento, los propósitos, los productos a desarrollar, lo públicos prioritarios y los objetos que persigue el plan a desarrollar.

(Artículo creado con la colaboración de las profesionales del sector turismo, Keila Sánchez y Susana Beltré)